La rivalidad entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi fue una competencia deportiva fomentada por los medios de comunicación y los aficionados que continúa hasta nuestros días. Ya no juegan en Europa pero el argentino continúa atesorando premios mientras que el luso engorda sus cifras goleadoras semana a semana.

Esta rivalidad se centró en su contemporaneidad, registros similares, éxitos deportivos y su papel como capitanes y rivales en encuentros como El Clásico.

El casi balón de oro

En 2007, Cristiano y Messi ocuparon las posiciones de segundo y tercero respectivamente en el Balón de Oro, siendo Kaká el ganador de ese año. Este prestigioso galardón, otorgado al mejor jugador del mundo por periodistas internacionales, y el Jugador Mundial 2007, un premio decidido por entrenadores y capitanes de selecciones internacionales, marcaron el inicio de su rivalidad. En una entrevista durante ese período, Messi elogió a Cristiano Ronaldo como un «jugador extraordinario» y expresó su admiración, mencionando que sería excelente ser compañeros de equipo.

Los duelos en champions

El primer enfrentamiento directo ocurrió en la semifinal de la Champions League 2007-08, donde el Manchester United empató con el Barcelona. Este encuentro los catapultó como importantes rivales en la escena futbolística. Aunque Ronaldo falló un penal en esa ocasión, el Manchester United avanzó a la final con un gol de Paul Scholes. Al final del año, Cristiano se llevó el Balón de Oro, reafirmando su determinación de ganar el premio nuevamente.

La final de la Champions League 2008-09, disputada entre el Manchester United y el Barcelona en el Estadio Olímpico de Roma el 27 de mayo de 2009, fue aclamada como un «enfrentamiento de sueño». Antes del partido, las entrevistas se centraron en la disputa sobre quién era el mejor jugador del mundo. Cristiano se autoproclamó como el mejor, mientras que Xavi, compañero de Messi, le dio su respaldo. El entrenador del Manchester United, Alex Ferguson, elogió a ambos jugadores como los más talentosos del mundo de manera diplomática.

En el transcurso del partido, Messi, jugando en una posición central, fue marcado por Patrice Evra, y anotó el segundo gol con un cabezazo en el minuto 70. Mientras tanto, Cristiano tuvo varias oportunidades de anotar, pero su frustración se hizo evidente cuando cometió una falta contra Carles Puyol. La final no solo fue una batalla en el campo, sino también un capítulo crucial en la eterna rivalidad entre estos dos gigantes del fútbol.

Unas cifras de ensueño

A lo largo de la existencia de su rivalidad, este dúo ha dominado las ceremonias de premios y ha batido múltiples récords tanto a nivel de club como de selecciones nacionales. La rivalidad se caracteriza más por la competencia en registros y la reputación de los jugadores que por una animosidad personal.

Messi ostenta el título de máximo goleador de todos los tiempos en La Liga, además de tener el récord de la mayor cantidad de asistencias en la historia de la competición. Por su parte, Cristiano se sitúa en el segundo lugar en goles anotados y tercero en asistencias en La Liga. En la Liga de Campeones, Cristiano lidera tanto en goles como en asistencias, mientras que Messi se ubica en el segundo lugar en ambas categorías. Ambos jugadores han intercambiado récords a lo largo de los años, destacando su competitividad.

Desde 2008, Messi y Cristiano han dominado los premios Balón de Oro/Jugador Mundial de la FIFA y el Premio UEFA al Mejor Jugador en Europa. Sin embargo, en 2018, su década de supremacía llegó a su fin con el triunfo de Luka Modrić, considerado como «el final de una era». En una entrevista para France Football, Modrić expresó que «la historia dirá que un jugador croata, representando a su pequeño país, ganó el Balón de Oro después de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, que son jugadores de otro nivel».

En cuanto a los trofeos obtenidos, Cristiano ha acumulado 35 grandes títulos, incluyendo siete títulos de liga, cinco Ligas de Campeones y dos trofeos continentales con Portugal. Por su parte, Messi ha ganado 43 grandes trofeos, con énfasis en sus doce títulos de liga y cuatro Ligas de Campeones, además de liderar a la Selección Argentina a conquistar la Copa América 2021 y  el mundial de 2022.

En resumen, la rivalidad entre Messi y Cristiano no sólo ha enriquecido sus carreras individuales, sino que también ha elevado el estándar del fútbol mundial a través de sus logros colectivos e individuales.